Noticias
Suena "What a wonderful world" en el piano de David Osborne y acabo de recibir la noticia de que otra amiga se ha ido al cielo. Dichoso mes de mayo, que te llevas a la gente sin avisar y que dejas también sabores agridulces que recuerdan lo efímero de la existencia en esta bendita tierra, en este maravilloso mundo que tenemos arrendado por tiempo limitado.
Y la noticia de hoy, con todo lo que puede suponer de negativo, lleva mucho de positivo, porque ella ha sido testimonio vivo y palpitante de lo que significa el matrimonio tal y como lo entendemos nosotros. En sus charlas a los novios, siempre hablaba de "su Alberto"... Bien, pues ya está con él y seguro que ha sido él quien ha venido a llevársela de la mano, como iban por la calle.
A pesar de todo, el mundo sigue siendo maravilloso, el sol luce por todas partes, y está incluso detrás de las nubes más negras, esperando a que nos demos cuenta de que sigue ahí, esperando nuestra sonrisa, nuestra confianza en que todo puede superarse, aunque no podemos hacerlo solos. Necesitamos una ayuda que esté por encima de nuestras fuerzas, que nos lleve de la mano o que nos vende el corazón cuando la herida ha sido muy profunda. Y ahí está Él siempre, con la sonrisa afable, la caricia en el pelo -como hacía nuestra madre cuando éramos niños- y la frase precisa y perfecta de consuelo para el peor de los momentos.
Gracias a Dios, la fe nos sostiene en los momentos más duros, más pesados y más oscuros de nuestra existencia. Gracias a Dios, los que le conocemos y le llevamos en lo más hondo del alma, nunca nos sentimos solos, ni pensamos que no podemos más, porque siempre hay un paso posible para dar, aunque sea muy pequeñito, y detrás de ese viene otro, y otro más, y así hasta llegar a esa meta final que todos deseamos alcanzar, donde todo será resplandor de luz del Amor absoluto por nosotros. Nos fundiremos en el amor que todo lo puede, que todo lo abarca, que provocó la creación de este maravilloso mundo y de todos los que lo poblamos con más o menos aciertos, con más o menos problemas, pero con la esperanza en que todo puede mejorar, en que esto no es todo y en que lo mejor está aún por llegar, como reza el epitafio del gran Frank Sinatra.
Noticias que poco a poco van perdiendo esa negrura del luto para convertirse en acción de gracias por aquellas personas que han estado en nuestra vida, que a lo mejor han pasado sólo por un momento o dos, pero que siempre dejan huella y recuerdos tras ellos.
Son esos regalos que Dios va poniendo en nuestro camino para hacernos mejores, para que queramos ser mejores y parecernos más a Él, que es puro y absoluto amor.
Nada más por ahora, sólo el agradecimiento por haber conocido a personas tan increíbles y tan llenas de Dios.
Y la noticia de hoy, con todo lo que puede suponer de negativo, lleva mucho de positivo, porque ella ha sido testimonio vivo y palpitante de lo que significa el matrimonio tal y como lo entendemos nosotros. En sus charlas a los novios, siempre hablaba de "su Alberto"... Bien, pues ya está con él y seguro que ha sido él quien ha venido a llevársela de la mano, como iban por la calle.
A pesar de todo, el mundo sigue siendo maravilloso, el sol luce por todas partes, y está incluso detrás de las nubes más negras, esperando a que nos demos cuenta de que sigue ahí, esperando nuestra sonrisa, nuestra confianza en que todo puede superarse, aunque no podemos hacerlo solos. Necesitamos una ayuda que esté por encima de nuestras fuerzas, que nos lleve de la mano o que nos vende el corazón cuando la herida ha sido muy profunda. Y ahí está Él siempre, con la sonrisa afable, la caricia en el pelo -como hacía nuestra madre cuando éramos niños- y la frase precisa y perfecta de consuelo para el peor de los momentos.
Gracias a Dios, la fe nos sostiene en los momentos más duros, más pesados y más oscuros de nuestra existencia. Gracias a Dios, los que le conocemos y le llevamos en lo más hondo del alma, nunca nos sentimos solos, ni pensamos que no podemos más, porque siempre hay un paso posible para dar, aunque sea muy pequeñito, y detrás de ese viene otro, y otro más, y así hasta llegar a esa meta final que todos deseamos alcanzar, donde todo será resplandor de luz del Amor absoluto por nosotros. Nos fundiremos en el amor que todo lo puede, que todo lo abarca, que provocó la creación de este maravilloso mundo y de todos los que lo poblamos con más o menos aciertos, con más o menos problemas, pero con la esperanza en que todo puede mejorar, en que esto no es todo y en que lo mejor está aún por llegar, como reza el epitafio del gran Frank Sinatra.
Noticias que poco a poco van perdiendo esa negrura del luto para convertirse en acción de gracias por aquellas personas que han estado en nuestra vida, que a lo mejor han pasado sólo por un momento o dos, pero que siempre dejan huella y recuerdos tras ellos.
Son esos regalos que Dios va poniendo en nuestro camino para hacernos mejores, para que queramos ser mejores y parecernos más a Él, que es puro y absoluto amor.
Nada más por ahora, sólo el agradecimiento por haber conocido a personas tan increíbles y tan llenas de Dios.
Comentarios
Publicar un comentario