Milagros

Suena "La música de la noche", de mi querido Fantasma. Acabo de terminar un trabajo que me traía por la calle de la amargura; varios días y noches dando vueltas al tema que se había atragantado y mucho. Hasta que se me encendió la luz y hablé con quien debía haber hablado hacía días... y se acabó el problema.
Ya he terminado el trabajo, lo he dejado reposar y mañana lo revisaré y enviaré al profesor correspondiente. Otro milagro más.
Uno más de tantos, de los que se me están concentrando por minuto cuadrado. Muchísimos en muy pocos días, tantos que mi condición de hija de Dios se está convirtiendo en hija "malcriada" de Dios, porque no me creo lo que me está pasando. Así, sin merecerlo yo, sin ser nada más que polvo, barro de botijo y del malo...
Tanto me quieres, Señor, tanto me quieres que no sé por dónde empezar a hablarte, a decirte, a llorarte todo lo que mi corazón rebosa y que ahora mismo se transforma en trabuque continuo de dedos sobre las teclas, que no atinan a escribir por la velocidad a que laten mis dedos; es imposible querer así, amar así, sentirte así de cerca, de dentro, tan en mí.
El piano de Danny suena con All I ask of you... ¿qué pides de mí, Señor? ¿Qué estás buscando con tanto requiebro, tanto piropo, tanto regalo diario?
Me das miedo, porque, si tanto me das, ¿cuánto más me vas a exigir el día que me lo pidas?
Pero no me importa, porque sé que con la exigencia vendrá el plus de tu gracia, de tu amor sin reservas por mí; todo lo que necesite lo tendré al instante junto con ese encargo que me estás preparando y que me da tanto respeto.
Siempre lo has hecho así y en los últimos tiempos te veo más en mi vida que antes. Quizá sea que ya he aprendido a leerte, sé tu idioma (soy filóloga por tu gracia, recuérdalo) y soy capaz de distinguir tu mano en muchos acontecimientos de mi vida reciente.
La música de la noche, cuando el frío baja en este mes de marzo ya más de mediado, que se encamina hacia la Semana más grande del año, concentrada en tres días y uno de ellos es mi cumpleaños. ¡Otro regalazo más!
Suena el piano de fondo en mis oídos y en mi alma, esa música que me emociona, que me hace brotar lágrimas profusamente y que ya están empezando a llenar mis ojos, a nublar la vista sobre lo que escribo, pero no por ello consiguen hacerme parar. No puedo.
Eres tú. Es tu amor sin fin. Es tu mano en mi hombro, tu caricia en mi mejilla, tu susurro en mi alma: "Descansa, mi niña, que ya llevas bastante por hoy. Déjalo. Ya sé cuánto me quieres, no me lo digas más por hoy. Mañana me vuelves a dar un beso. Te espero donde siempre."

Comentarios

Entradas populares