Pequeñeces

Detalles que pueden parecer sin importancia, pero que pueden marcar la diferencia en un momento determinado. Por ejemplo, mirar al cielo en la noche o cuando aún no es de día y voy caminando por la calle, pensando en lo que tengo que hacer o en cualquier otra cosa, a veces incluso rezando; busco la luna, la miro y le sonrío. Lo hago con bastante frecuencia y para mí es la guinda de ese instante.
Una frase que leí esta mañana en un azucarillo ha sido la culpable de unos comentarios compartidos con un buen amigo y gran conversador en facebook. Hablábamos de que no hay que perder el tiempo, que se nos va como la arena del inmenso reloj que es nuestra vida, que no podemos pararnos a mirar atrás porque nos quedaremos como la mujer de Lot, convertidos en estatua de sal con una triste expresión clavada en lo que pudo haber sido y no fue.
Hoy es nuestro momento, ahora mismo, ya ha pasado un rato desde que me puse a escribir y esos minutos no van a volver, ni yo voy a ser la misma de entonces... Ya lo hijo Heráclito hace un montón de años, que nadie puede bañarse dos veces en el mismo río; pues la vida es igual, va fluyendo y nosotros nos empeñamos en ir contracorriente, peleándonos una y otra vez con lo que en muchas ocasiones no tiene arreglo, quizá porque no deba tenerlo y sea así lo mejor para nosotros, ¿quién sabe?
Pequeñeces que adornan nuestra vida y que son los remates de muchas cosas, que no serían lo mismo sin ellos: un café que cierra una comida con amigos, pero abre la puerta a una excelente sobremesa que consigue prolongar una animada reunión; un "¿cómo te va?" al que se le añade una sonrisa cierta y verdadera, pueden comenzar una conversación que, de no llevar el detalle de la sonrisa, se podría quedar en una cortesía sin más trascendencia.
Hay muchos detalles que pueden marcar la diferencia, como ceder el paso al salir o al entrar, el simple hecho de dar las gracias porque un conductor se ha detenido para dejarte cruzar la calle, contestar a una llamada sólo por cortesía, o a un mensaje de whatsapp... Tantas pequeñas cosas pueden cambiar cosas tan grandes, si de verdad fuéramos conscientes de la importancia de los detalles, de que hay que tenerlos aquí y ahora porque luego será tarde y no habrá vuelta atrás.
No digamos ya en el campo de las relaciones sociales: entre amigos cualquier detalle cuenta siempre y siempre se tiene en cuenta: preocuparse por cómo le va en el trabajo, en los estudios, con su familia... tantas cosas. Y en el campo del amor... mejor eso lo dejamos para otro día.
Los detalles son los que completan el cuadro de nuestra vida; quizá sería bueno pararse ahora mismo y pensar en cómo vamos en eso de fijarnos un poco más en lo que hay a nuestro alrededor, y cómo se nos da el tema de las pequeñeces, no sólo las que podemos hacer, sino también los detalles que los demás tienen con nosotros. Seguro que os sorprenderá el recuento final...

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