Krooners

Rod Stewart es mi último descubrimiento en esta hermosa manera de cantar canciones de siempre. Esa voz ronca que se vuelve caricia para los oídos del alma, ese lento swing que te mece el corazón a su propio ritmo, con una trompeta de fondo, o un saxo de esos que te erizan el cogote... Canciones antiguas que siempre tocan los mismos temas: amores y desamores, pero en especial hay un momento cantado en innumerables canciones: "At last", "One enchanted evening", "It had to be you" y tantas otras que recrean ese momento único por el que ya hemos pasado millones de mortales y que recordamos siempre con una sonrisa en la cara y otra en el corazón, independientemente del resultado de la relación en sí.
Ese instante que yo defino como de parar el tiempo, detenerse todo; en las películas hay veces en que la pareja protagonista queda mirándose a los ojos y los personajes que hay alrededor son congelados en tiempo y espacio, sólo se mueven ellos dos, acercándose hasta llegar al primer beso, al único, porque los que vengan después ya no serán como ese primero que rompe todo: esquemas, tiempo, "creíques" y "peroysis". Ese instante mágico, sí, es cierto, es magia pura capaz de marcar un antes y un después en la vida de una persona. No digamos ya, si resulta que es el amor de su vida y dura para siempre... eso ya sí que es un milagro divino, dar con ese único, ese "one and only" para siempre jamás.
Estas canciones, como la que ahora escucho, con una trompeta y unos violines que acompañan a Mr. Stewart con esa voz cadenciosa, cantando "We'll be together again", toda una declaración de intenciones durante una despedida... ahora el piano y la trompeta marcan el ritmo final de la canción y yo a duras penas puedo dejar quietos los pies.
Cantantes como Michael Bublé, al que conocí gracias a un hombre increíble que permanecerá en mi vida para siempre y con el que pasé el viaje más divertido de mi vida traduciéndole las canciones que este canadiense me regalaba con su preciosa voz y que se quedaron en mi corazón para los restos. Un hombre joven pero con una voz antigua, de las ideales para este tipo de canciones, ese "I've got you under my skin" (¡Ay, Cole Porter, cuánto bien has hecho a la música!) o "Sway", que no te deja permanecer quieto y tienes que ponerte a bailar.
Canciones de las que vienen a mi alma para quedarse y confirmarme en mis planteamientos acerca de la música y de su esencialidad para la vida. Cada momento importante que nos ocurre tiene siempre una banda sonora, aunque no nos demos cuenta de ello; a mí, como buena enamorada de la música, siempre me surge una canción cuando me ocurre algo importante. "Time after time I tell myself that I'm so lucky to be loving you", una preciosidad de canción que oí la primera vez al gran Plácido Domingo hace ya muchos años.
Ahora se llaman "Krooners" (creo que se escribe así, y si no lo es, por favor, corregidme), pero yo les llamo marcapáginas del alma, porque se quedan ahí, recordando momentos especiales, o ¿acaso no tenéis cada uno vuestra propia canción? Yo sí la tengo, y creo que ya lo he dicho en alguna ocasión. Para mí,es "Night and day", por supuesto, de Cole Porter. ¿Cuál es la tuya? Dímelo en privado, si quieres.

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