La cuarta Edad
Cuando por fin fue destruido el anillo único, después de terminar con los últimos resquicios del mal expandido por toda la Tierra Media, el poder de los tres anillos de los elfos se extinguió y algunos de los protagonistas de tan épica gesta, parten hacia los Puertos Grises. Ya no hay sitio para elfos ni magos, es el tiempo de los hombres. A ellos les correspondió a partir de entonces cuidar del mundo y de la paz recién estrenada.
Cuando por fin desaparece la sombra del dolor y del sufrimiento vivido en primerísima persona, aún quedan las cicatrices, esas huellas en el alma que, como hoja de Mórgul, siempre estarán ahí y, con los cambios de tiempo, con chispazos de recuerdos, traen a la memoria los malos momentos vividos y, lo que es peor, los intentos de reescribir un pasado, comenzando las frases con un "pero y si...". Esos jirones de nubes negras que aparecen de vez en cuando intentando ocultar el sol de presente, pero sin éxito porque cada vez el sol tiene más fuerza y ellos están más deshilachados por la erosión del tiempo.
Esas cicatrices siempre nos van a acompañar. Seguro que dejarán de doler, pero pasarán a ser tatuajes que con el paso del tiempo se acaban desdibujando y perdiendo el protagonismo que una vez tuvieron. Es tiempo de comenzar la cuarta Edad, mi cuarta Edad.
Pregunta Frodo a su amigo Samsagaz cómo se puede retomar una vida después de las experiencias vividas durante su viaje hasta destruir el anillo único y, con él, también parte de su propio ser, porque no hay que olvidar que junto al anillo iba también parte de la voluntad de Frodo, que casi llegó a caer en las redes del propio Sauron, que en realidad era el alma de ese anillo... La respuesta es que no se puede; no podemos retomar una vida después de haber pasado por tantas aventuras y tanto sufrimiento. Es imposible porque ya no somos los mismos; los acontecimientos que nos van ocurriendo, las decisiones que tomamos y las elecciones que hacemos nos van alejando de aquella vida que dejamos un día. ¿Cómo "retomar" una vida? No se trata de retomar, es algo mucho más profundo. Se trata de comenzar a vivir de nuevo, de pasar página y de partir de cero en muchas cosas. Y eso no es fácil, nada fácil. A Frodo le supuso tener que abandonar para siempre esa vida que quería retomar y partir junto a Gandalf, Elrond y Bilbo hacia los Puertos Grises, abandonando para siempre a sus amigos y a la Comarca.
Para los que somos personas de carne y hueso, tampoco es posible retomar una vida, por mucho que añoremos aquellos tiempos antiguos supuestamente felices. No se trata de intentar ponernos con cincuenta años un traje de cuando teníamos treinta y éramos felices. No señor.
Se trata de plantearse la vida con todo lo aprendido y comenzar a vivirla desde ahí; sí, vivirla, con toda la intensidad que nos da el conocer tantas cosas, con la experiencia que ya llevamos a cuestas y que nos sirve de guía.
No se trata tanto de retomar cuanto de pasar página y recomenzar a vivir. Pronto me va a tocar a mí hacerlo y espero estar a la altura. Hasta entonces, confiar en Dios y abandonarme en sus manos; Él sabe lo que de verdad me conviene.
Cuando por fin desaparece la sombra del dolor y del sufrimiento vivido en primerísima persona, aún quedan las cicatrices, esas huellas en el alma que, como hoja de Mórgul, siempre estarán ahí y, con los cambios de tiempo, con chispazos de recuerdos, traen a la memoria los malos momentos vividos y, lo que es peor, los intentos de reescribir un pasado, comenzando las frases con un "pero y si...". Esos jirones de nubes negras que aparecen de vez en cuando intentando ocultar el sol de presente, pero sin éxito porque cada vez el sol tiene más fuerza y ellos están más deshilachados por la erosión del tiempo.
Esas cicatrices siempre nos van a acompañar. Seguro que dejarán de doler, pero pasarán a ser tatuajes que con el paso del tiempo se acaban desdibujando y perdiendo el protagonismo que una vez tuvieron. Es tiempo de comenzar la cuarta Edad, mi cuarta Edad.
Pregunta Frodo a su amigo Samsagaz cómo se puede retomar una vida después de las experiencias vividas durante su viaje hasta destruir el anillo único y, con él, también parte de su propio ser, porque no hay que olvidar que junto al anillo iba también parte de la voluntad de Frodo, que casi llegó a caer en las redes del propio Sauron, que en realidad era el alma de ese anillo... La respuesta es que no se puede; no podemos retomar una vida después de haber pasado por tantas aventuras y tanto sufrimiento. Es imposible porque ya no somos los mismos; los acontecimientos que nos van ocurriendo, las decisiones que tomamos y las elecciones que hacemos nos van alejando de aquella vida que dejamos un día. ¿Cómo "retomar" una vida? No se trata de retomar, es algo mucho más profundo. Se trata de comenzar a vivir de nuevo, de pasar página y de partir de cero en muchas cosas. Y eso no es fácil, nada fácil. A Frodo le supuso tener que abandonar para siempre esa vida que quería retomar y partir junto a Gandalf, Elrond y Bilbo hacia los Puertos Grises, abandonando para siempre a sus amigos y a la Comarca.
Para los que somos personas de carne y hueso, tampoco es posible retomar una vida, por mucho que añoremos aquellos tiempos antiguos supuestamente felices. No se trata de intentar ponernos con cincuenta años un traje de cuando teníamos treinta y éramos felices. No señor.
Se trata de plantearse la vida con todo lo aprendido y comenzar a vivirla desde ahí; sí, vivirla, con toda la intensidad que nos da el conocer tantas cosas, con la experiencia que ya llevamos a cuestas y que nos sirve de guía.
No se trata tanto de retomar cuanto de pasar página y recomenzar a vivir. Pronto me va a tocar a mí hacerlo y espero estar a la altura. Hasta entonces, confiar en Dios y abandonarme en sus manos; Él sabe lo que de verdad me conviene.
Comentarios
Publicar un comentario