Aquí y allí
Aquí, en el atronador ruido de voces jóvenes, en un lugar donde se mezclan ciencia, espiritualidad y risas, planes y futuros, alegría y una explosión de vida que sólo puede existir en una facultad universitaria, y más si es de letras, porque la creatividad y la imaginación son nuestras señas de identidad.
Aquí, donde la amistad se estrecha por la lejanía de casa; donde surgen planes ideales que podrían significar cambios considerables y un futuro, quizás, incierto o demasiado seguro por temido...
Aquí, donde el amor nace entre jóvenes que se conocen y descubren juntos un universo por llegar; y donde los que ya peinamos canas nos reafirmamos en nuestras creencias y querencias; en nuestras certezas e inquietudes; en suma,
Donde se unen el cielo y la tierra, o sea, en el corazón del mundo, de mi mundo, de mi alma, sólo puedo hacer esto, sólo puedo darte gracias por hoy, por siempre, por todo.
Y ahora aquí es allí, donde ya resuenan en el recuerdo las jornadas vividas intensamente, estudios, opiniones, anécdotas mil vividas con gentes de todas partes del mundo; allí, en mi retina, en la memoria de mi alma, queda la experiencia vivida con mis dos hermanos del alma; ponencias, apuntes, preguntas, pintxos, vinos, risas, muchas risas, y vida, mucha vida compartida lejos de casa; experiencias de perderse por calles apenas recordadas, de gps perdido en sí mismo y de largas caminatas bajo la fina lluvia por esas calles... allí -digo- en la memoria y en la lejanía física de los kilómetros, se ha quedado parte de mi alma, en una preciosa ciudad que apenas he visto pero intuyo increíblemente hermosa, llena de lugares por conocer y sabores que probar y que ojalá sea pronto, por más largo que sea el viaje hasta allí.
Y aquí, en casa, donde ya estoy empezando a notar el peso del cansancio de estos días vividos apasionadamente, sí, es ésta la palabra: apasionadamente. Así ha sido como lo he sentido, porque sólo desde la pasión se puede amar un trabajo que es una vocación, un campo apenas descubierto por mí, como es el del derecho canónico, el de hacer todo lo posible para la "salus animarum", o sea, un magnífico medio puesto a mi alcance para ayudar aún más a todos los que se acercan a mi trabajo o a mi persona.
Apasionadamente tengo que amar al mundo que me rodea, donde está mi sitio, donde está mi lugar, donde está mi vida y mi Amor Verdadero. En el mundo; porque Él se quedó aquí y allí, para amarme más y mejor cada día; nunca me ha dejado sola y por ello le doy las gracias, porque para Él no hay tiempo ni espacio, es ayer, es hoy, es siempre, es aquí, allí y en todas las partes de esta bendita tierra que piso.
Aquí y allí, allí y aquí, no tengo con qué expresar mi agradecimiento a Dios por la vida que me ha regalado, por esos ángeles que me cuidan a cada instante, que rezan por mí -lo sé- y por los que también rezo, Por estos excelentes amigos/hermanos que me convierten en la mujer más orgullosa del mundo por tan maravillosa familia, en la que siempre estamos todos aunque falten algunos, porque, simplemente, nos queremos.
Gracias, Señor, por este súper año de Benditas cenas. Bendícenos siempre. Amén.
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