Ayurvédico

Palabra exótica, sin duda, Ayurvédico es la suma de dos palabras sánscritas: Ayus, que significa "vida" y veda, "ciencia", y hace referencia a un tipo de medicina natural típica de India. Y esto viene a mi día de hoy, por-fin-viernes, que ha coronado una semana de desquicie casi total en mi trabajo y en mi día a día habitual.
Muchas personas, muchas historias, muchas prisas, poca ciencia y mucha, pero que mucha, muchísima paciencia para poder llegar a decir el "hasta el lunes" hace unas pocas horas. Anoche me vino la inspiración y me aferré a mi usual tabla de salvación, mi hermana del alma, "¿apetece una caña mañana? Me viene bien a mediodía o por la tarde-noche?". "Síííííí. Mejor al mediodía". ¿Para qué hacer más preguntas, a buen entendedor con pocas palabras basta. Esta mañana un par de frases en whatsapp para concretar hora y lugar y, ¡tachánnnn! Nada como dos féminas empeñadas en que algo salga bien... y así ha salido, estupendamente.
Cuando bajaba hacia su despacho, me la he encontrado, sonriente, maquillada y arreglada. "¡Hola! ¿A que no te esperabas verme?". Pues no, lo cierto es que no me lo esperaba, y me ha agradado mucho, ciertamente. Después de un par de besazos bien dados en sendas mejillas, encaminamos nuestros tacones hacia un sitio escondido, cuco e íntimo, donde su eclecticismo decorativo nos permite hablar y sincerarnos a tumba abierta de lo que pasa en nuestras almas. Las dos queriendo hablar a la vez, las dos riéndonos, las dos amando a borbotones a la otra, ansiando escuchar su peripecia desde la última vez.
Con una buena copa de vino en la mano, brindis por la amistad y a seguir riendo y hablando, hablando y riendo; echándonos las manos a la cabeza con gran aspaviento por cada pollo montado en el despacho de cada una, que si fulano ha venido y me ha dicho esto, que si lo mío va así, que cómo se te ocurre hablarle así o decirle tal cosa, que estás como una cabra y carcajadas sin fin... un nuevo brindis y a degustar las viandas, estupendamente elaboradas y presentadas en la cocina de Elena.
Son pocas horas las que pasamos en una comida, pero son medidas, cuidadas por el Señor del tiempo para que las exprimamos al máximo, entre vino, ensaladas y pollo cajún; minutos de risas, de brillo en los ojos, de poner en la mesa a Ése que tenemos en común y que tanto y tan bien nos cuida. De interesarnos por los amigos que hoy no están presentes, qué sabes de fulano, y del otro, y de su familia...
Momentos de familia, de disfrutar de la estancia en esa burbuja que es una comida vivida plenamente en paz, con paz y en la sensación y el sentimiento de que nada te puede pasar, que todos los problemas se han quedado en stand-by, esperando a que lleguemos al despacho... pero eso será luego, no ahora. Ahora toca vivir el momento, el carpe diem de la amistad compartida y agradecida.
Decía al principio que ayurveda es una medicina natural india, no somos indias, pero una comida como la de hoy es ayurvédica a tope: ¿Qué hay más natural que una comida bien cocinada, bien regada y mejor compartida con tu hermana del alma?

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