Cuando crees en Dios

Cuando crees en Dios...
Todo se vuelve fácil porque sabes que Él está contigo,
porque te das cuenta de que cualquier esfuerzo
te sale solo, sin darle vueltas, sin remolonear,
sin pensar en cuánto vas a tardar o cuánto te va a costar.

Cuando crees en Dios...
Siempre es mediodía, aunque esté granizando fuera,
aunque caigan rayos, truenos y centellas
y parezca noche cerrada en tu alma.

Cuando crees en Dios...
Se te abren las entendederas y comprendes
al amigo que sufre, al pesado, y a ése, sí,
a ése que te cae tan mal.

Cuando crees en Dios...
Tu mirada cambia y se llena de luz, tu sonrisa
queda anclada firmemente en tu cara
y la alegría toma posesión de tu corazón.

Cuando crees en Dios...
No hay marcha atrás posible, porque
todo lo estimas en nada, comparado con Él.

Cuando crees en Dios...
Cuando te das cuenta y palpas la verdad
del Amor en tu alma,
caes rendido ante Él
y sólo puedes adorarle
en silencio.

Cuando crees en Dios,
la Vida ha llegado a tu casa.