Mis curvas

Que nadie sea malpensado, porque no me refiero a lo que ya estáis pensando, sobre todo los que me conocéis en persona. Hablo de otras curvas que se han instalado en mí desde no hace mucho tiempo. Hoy, conforme venía para el trabajo, me daba cuenta de que algunos de mis "relojes mañaneros" con los que me cruzo casi todos los días -y que me dicen si vengo más o menos tarde al trabajo, de ahí su apelativo cariñoso- me miraban con ojos un poco de asombro. No entendía yo bien el porqué de la cosa hasta que he caído en la cuenta de que lucía una espléndida sonrisa en mi cara, y es de comprender que a las ocho menos algo de la madrugada poca gente entienda e incluso acepte semejante expresión facial.
Hoy me he levantado cantando. Sí, a las seis de la mañana, cuando D. Carlos Herrera decía: "Me alegra saludarles, buenos días", estaba completamente descansada y despierta... y feliz. Sí, me he levantado así, con los dos pies derechos podría decirse. A pesar de que la agenda para hoy está hasta arriba de cosas por hacer y personas que atender, sé que no estoy sola ni un solo segundo del día y que recibo ayudas por todas partes de las personas de mi entorno.
Hoy, viernes y 13 (para los anglosajones y anglófilos su día nefasto), estoy contenta porque tengo otro día más por delante para contar las maravillas que Dios hace en mí y en los que me rodean, aunque ellos no se den cuenta de que eso es así porque, quizás, esperan grandes milagros con mucho aparato eléctrico o fogatería artificial. Por eso no lo ven, porque esperan lo grande, lo estruendoso, cuando Dios se encuentra en lo pequeño, en los mínimos detalles que tenemos unos con otros, en el saludo aderezado con sonrisa, en el ofrecimiento de ayuda, en abrir una puerta y dejar que pase el que viene detrás... tantos gestos pequeños que terminan por hacer grandes cosas como, por ejemplo, cambiar la actitud de esa persona que suele tener un mal gesto o que, pobrecita, no ha aprendido a ser educada o cortés con los demás.
Si somos capaces de ir cambiando nuestra actitud poco a poco, sin ponernos metas inalcanzables, conseguiremos muchísimas cosas, entre ellas, cambiar una sociedad a la que con tanta frecuencia ponemos verde porque no nos gusta. Pero es que resulta que nosotros formamos parte de esa sociedad; así que igual deberíamos ser nosotros quienes empezáramos por cambiar, porque "nada cambia si no cambias nada".
Feliz fin de semana. =D

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