La calor

¡31 grados a las 07'30 h.! ¡¡Madredelamorhermoso!!
Sí, mi tierra es así de estupenda. En verano, nos asamos de día y de noche sin distinción de horario, pasamos de la vitro a la inducción y, cuando nos cansamos, al horno directamente.
No me extraña que en estos días todo el mundo lleve la cara de vinagre puesta nada más levantarse; dormimos vencidos por el cansancio, pero no descansamos en condiciones y por eso nos levantamos arrastrando los pies, diciendo aquello que leía en una tira de Mafalda: "Mññns días..", porque de buenos, lo que se dice, buenos, tienen bastante poco.
También con estos calores cambia el estado de ánimo, nos volvemos irritables, estamos en un cortocircuito emocional permanente y, claro, saltamos a la mínima intuición de que nos va a sentar mal lo que nos van a decir. Gran paradoja: estamos lentos para reaccionar, para movernos, perezosos por la fatiga que arrastramos, pero la lengua la tenemos en perfecto estado de revista y soltamos lo más grande en el menor tiempo contra todo lo que parece que nos va a hablar.
¿Poca paciencia? Creo que no, simplemente, que nos ha visitado esa entrañable amiga de todos los veranos, que tememos cuando llega y añoramos cuando hace frío: "la caloh", dicho en mi idioma. La calor que nos invade por todas partes y de la que no nos podemos librar aunque nos quitemos incluso la piel...
Nunca me hizo gracia el verano porque el calor, me mata, me aplatana, me aplasta y me hace arrastrar los pies (lo cual me hace perder bastante glamour a pesar de ir subida en mis tacones), además de hacerme dependiente de la consola de aire acondicionado, ya sea en el trabajo o en casa, y una le tiene mucho apego a su independencia.
Aunque, buscando el lado positivo de las cosas, si el infierno es de llamas y calor, tengo que hacer lo posible por no acabar en él porque, si no aguanto los cuarentaytantos que estamos teniendo este verano, no me imagino si hace más calor en otro lado y, lo que es peor, durante tanto tiempo. Toda la eternidad asándome como un pollo ¡no, por Dios!
¡Bendito otoño, que traes un tiempo y unas sensaciones de hogar y de confortabilidad! ¡Cómo te echo de menos!

Comentarios

Entradas populares